Están los que se han enterado esta mañana que existe el vinilo, están los que dicen que ha vuelto, y también los que dicen que nunca se fue. Contra todos estará este blog, porque a todos tratará de desmentir. A los primeros les dirá... (seguir leyendo)


jueves, 30 de diciembre de 2010

COSECHA 2010 (Vol. I - The best)






Vivo atormentado por la fugacidad del presente. Y esto mismo que he dicho, antes de ya, forma parte del pasado. Sólo queda el consuelo de saber que al menos uno estuvo allí cuando lo dijo. Y es en ese punto en el que he tenido un arrebato obsesivo estos últimos años en relación a la música: quiero tener la certeza de estar allí. Puedo estar una vida viviendo de los discos que salieron en 1969, y no sentir la más mínima carencia, pero no es sano privarte de un pasado construido con tu propio presente.

Esa es la explicación metafísica de por qué ahora hago caso a las novedades, cuando mis bazas más seguras están en el pasado. Pero también hay una razón práctica: las ediciones son pequeñas, porque el riesgo de stock que asumen los compañías cada día es menor, a pesar de que el culto al vinilo está en auge. La distribución es veloz y por ello si no consigues algunos discos en el momento en que salen, es fácil que después no los encuentres, o tengas que poner demasiado dinero para ello (¡mierda para el de Tame Impala!). Ni las grandes bandas hacen ya tiradas de millón, ahora todo es Limited. Puedes descubrir miles de bandas de medio pelo de los 70 y encontrar su discografía sin problema, y sin embargo intentarlo con una banda medianamente relevante del presente y ni siquiera estar disponible ya el disco que sacaran el año pasado. No es difícil toparte con una referencia que sale a principio de mes y a finales esté ya descatalogada. Después ves la maquinaria de ebay empujando la especulación: disponibilidad cero en catálogo, aumento del precio en las subastas, desaparición de las tiendas y previsión de compra urgente, para el mismo cometido, en la próxima edición de la banda. Eso te obliga a que con algunos nombres tengas que ir un paso más allá de comprar el disco en el año, e incluso adelantarte a pedirlo antes de que salga. Es una locura el mundo del pre-order, viendo la inmensidad de discos que quedan atrás olvidados, pero es necesario si pretendes justificar esta obsesión por el año que habitas.

Hoy voy a seleccionar mis satisfacciones vinileras del año, que lamentablemente no coinciden al dedillo con mis grabaciones preferidas de 2010. Así que pediremos a los idus del nuevo año que nos traigan toda la música en vinilo, y que esté editada con esmero. Aunque el efecto de regocijo no sólo lo provoca el lado material eh, a ver si os pensáis que porque este blog vaya de esto, sólo somos felices cuando hay un buen trabajo editorial detrás. Para que todo cobre sentido hace falta un buen, o adecuado, art-work, y por supuesto, que el disco nos diga algo. De nada me sirve reunir todos los detalles y trucos de fábrica si están al servicio de un horroroso conjunto. ¡Estas han sido mis compras preferidas!






ANNIE LENNOX - A Christmas Cornucopia

Ni acostumbro a comprar discos de villancicos ni soy amigo de Annie Lennox, pero fue ver el disco, tocarlo, y sentir una desconcertante atracción por el tierno paganismo religioso de sus ornamentos. Una portada con relieves y brillos (¡sólo la falta olor!) y un libreto perfectamente cuidado, han sido el cebo, pero después de escucharlo no puedo decir que haya sido un capricho del momento que vaya a quedar olvidado. Es un buen disco. Y un buen ejemplo. He leído que Annie estuvo detrás de todos los detalles, y es algo que la honra, porque parece que pocos músicos entienden las ediciones como parte de su trabajo. No se les puede culpar porque no lo vean como nosotros, porque la mayoría no son fans, pero ¿tan difícil es ver que por mucho sentido etéreo que se le conceda a la música, el objetivo final del comercio es el producto físico?





DILLINGER ESCAPE PLAN – Option paralysis

Original y fantástico. En foto es difícil apreciarlo, porque incluso en la mano cuesta llegar a sus detalles. Y eso le concede un punto extra de agradecimiento; que esté impresa la parte interior de la carpeta, cuando ésta es sencilla es un detalle que suena excesivamente generoso para tan poco aprovechamiento. Tampoco el dibujo que conforma el segundo plano de la portada se puede ver al completo, y sólo podemos descubrirlo a través de las letras troqueladas, haciéndolo girar como si fuera un disco

Un meritorio contrapunto a la monotonía editorial que combina perfectamente con su música. Son unos jefes Dillinger Escape Plan.





CLINIC - Bubblegum

Más chorraditas añadidas no significa mejor presentación, pero éste disco con la carpeta ya tiene el salvoconducto. Bonito artwork, textura cruda, un póster guachi y … ¿¡a quién se le pudo ocurrir meter un tránsfer para hacerte una camiseta!? ¡Y una pegatina para cristales! Con encartes a color habría sido uno de mis discos del año. Musicalmente no es tan paranoico y absorbente como el anterior, con muchos medios tiempos, pero deberían capar a todos los que están propagando la semilla del desprestigio sobre esta nueva entrega.






No podía ser de otro modo para una banda con el corazón en una década remota: una edición de otro tiempo. Misterio lisérgico, pop ups, robustez y un tacto nostálgico. Sólo faltaba el póster en papel de estraza.





JOHN GRANT – Queen of Denmark

No sé qué ha sido lo que ha completado la satisfacción por este disco, pero cuando lo he desempaquetado y abierto, he sabido que estaba ante uno de mis preferidos del año. No hay mucho riesgo de fracaso con una carpeta doble con dos encartes gruesos impresos a color, pero el conjunto visual necesita un equilibrio para acreditarlo. También puede ser que estuviera tan ansioso por tener en mis manos uno de los discos más maravillosos que oía en mucho tiempo.





THE NATIONAL – High violet

Maldigo mi ignorancia por no saber quién era esta banda, pero bendigo mi debilidad a la hora de dejarme llevar por los objetos bonitos. Lo vi en la librería Paradiso en Gijón, lo toqué, y no pude resistirme a llevármelo a casa aunque temiera por un soporífero dream-shock de 4AD. Pero la suerte estuvo de parte del fetichismo. Precioso y cojonudo; ambas son correctas. No es pomposo ni sofisticado es elegante y detallista. El título en tinta plateada es un gran guiño, el marco blanco una preferencia personal, los colores y el ritmo del arte, un acierto. Le faltan pocas cosas para ser perfecto.





ANATHEMA – We´re here because we´re here

Doble disco con doble encarte, en un sobre de pvc. Pudiera pasar por una edición más, bonita y suficiente, respetable sin más, pero el hecho de que me haya emocionado tanto en un tiempo en que incluso los que mantuvimos el hilo con Anathema habíamos llegado a dudar que fueran capaces ya de hacer algo sublime, se ha sumado al remolino de sensaciones, y han hecho de esta pieza una de las que más cariño he cogido este año. Me costó decidirme a pedirlo, ya que el sello era el único sitio en que lo distribuían, y los gastos crujían, pero me siento feliz por haberme decidido. Es una satisfacción tener esta portada en casa.






NADA SURF – If I had a Hi-fi

Pasión por las carpetas americanas, robustas y mate. Nostalgia por la decoración de carpeta de instituto. Demasiadas portadas con photoshop, demasiadas fuentes de ordenador. Cuando vi todas esas notas a lápiz, las letras a boli, todos esos colores de rotulador, las formas improvisadas, la sobrecarga del tiempo de ocio, me meé de gusto. Y después el disco es sublime; 12 grandes canciones al servicio de uno de los mejores modos de hacer música del mundo: Nada Surf.






Muy currada tiene que estar una imagen de un pájaro para que consiga evadirme de mi ornitofobia, pero al menos la portada de este disco lo consiguió. El resto no me ha emocionado tanto, pero el conjunto de todo ha sido la mejor sorpresa del mundillo del ruido de este año.






Qué previsible era el camelo poniendo por delante una imagen a blanco y negro en cartón crudo del careto de Roky. Entrañable él, maravillosas las canciones, melancólica al tacto y la vista la edición.





BEACH HOUSE – Teen dream

Soy uno de esos millones que no sienten cariño por el gafapastismo, pero este disco me sorprendió y tuve que comprármelo. Hubiera preferido, antes que ese insert doble, que los cuatro pliegos hubieran ocupado sendos sobres para los vinilos, pero me conformo con el alivio de saber que tras la compra de un disco de SubPop que temía, viniera una presentación cuidada. Y el extra de un dvd con un video clip para cada tema, por 10 directores diferentes, algo no habitual de incluir en las ediciones vinilo.





DEERHUNTER – Halcyon digest

En un principio fui reacio a comprármelo, por la portada, pero después de escucharlo varias veces, no me quedó más remedio; es absorbente, repleto de melodías paranoicas y bucles oníricos. Aún así no tuve ninguna esperanza de que la edición fuera a acompañar la pasión por sus canciones, sabiendo que era una carpeta sencilla. Me equivoqué, y esa estética retro punk del artwork, unido al tacto crudo del cartón, me convencieron. Y ese elegante punto de los discos de 4AD de dártelos en una gruesa funda de pvc con solapa. Un disco inquietante, una edición simple pero interesante; cómprenlo.






En los detalles está el éxito, y aquí han sido campeones. Quizá musicalmente no me hayan calado tanto como para reclamarlo de continuo, pero sólo por juguetear con él, he acabado pinchándolo más veces de las esperadas.





NEIL YOUNG – Le noise

Que nadie se confunda, este disco está aquí porque las ediciones de Neil Young tienen el listón muy arriba, no porque haya sido la más grata sorpresa del año. Es más, respecto a sus últimas ediciones es más bien una decepción. Ya en “Fork in the road” perdió la sana costumbre de los últimos discos de estudio de incluir un gran libreto de letras, a favor de un triste insert de lo más simple. Y aquí en vez de recuperar algo del viejo ritmo, ha seguido mermando. Ahora ha disminuido el grosor de la carpeta, ya no es esa carpeta americana. Y lo que es peor, se han mantenido sus particulares precio.
Aunque evidentemente, después del disgusto inicial, sigue manteniendo el nivel suficiente para incluirlo entre las satisfacciones del año, claro.





LUDICRA – The Tenant

Throne Records edita el nuevo de Ludicra. Dios, demasiadas expectativas para mí, así que es fácil que no se cumpla todo lo que espero. La decepción vino, por parte del grupo, por el artwork de la carpeta, que no me ha convencido nada, con esa pretensión prog existencialista que se ha quedado en frívolo cliché. Y por parte de la fábrica porque la impresión de la portada ha salido más oscura de lo que a mí me gusta. Pero el conjunto sigue siendo más poderoso de lo que se puede encontrar habitualmente por ahí. Esperaba un 11, y sólo me han dado un 9. Cabrones.





KINGS OF LEON – Come around sundown

Me ha costado mucho tolerar a esta banda. Compré el anterior por una vinculación anímica con un amiguete y me quedé atascado en un sonido moderno con una fórmula emotiva redundante, así que pensé que no lo volvería a intentar. Pero me pareció tan bonita la presentación de este nuevo, que no pude resistirme a una segunda oportunidad. Y lo cierto es que el disco es mucho más orgánico, y la luz se ve más real. Me gustaría que creciera más musicalmente en mí, porque estéticamente me parece precioso, y no me canso de sobarlo.





THE BLACK KEYS – Brothers

Reconozco que al principio me quedé un poco perplejo por el artwork y decepcionado por la referencia de la carpeta de su anterior disco, “Attack & release”, pero con el tiempo he ido pillándole el punto a la idea de este disco, y la aplaudo. Hacer cosas diferentes es un riesgo, necesario, incluso cuando se fracasa. No sé si el efecto final se ha conseguido, pero el inicial, ejercer de contrapunto, esta vez ha sido suficiente para mí. En lo que no han arriesgado ha sido en sus canciones, siguen como siempre: discazo.






No hay disco que tenga luz que no me agrade, y éste la tiene en la presentación y en la música. ¿Qué más se puede pedir a una cita a ciegas?





EELS - End time



EELS - Tomorrow morning

Está Mark E en una fase creativa frenética, y mientras antes le llevaba años pensarse un nuevo disco, esta vez ha completado una fantástica trilogía en el plazo de 14 meses. Los dos títulos de este año merecían capítulo aparte para cada cual, por lo bien diferentes que son entre ellos (sombra y luz del alma, presente y futuro), los cito conjuntamente porque sus ediciones son similares. No son el colmo de la excelencia, pero hay algo que no se le puede negar al artowrk de ninguno de los discos de Eels, y es el buen gusto. Y eso en un formato como el que nos abraza, es capaz a veces de aplacar el daño del bajo presupuesto. Los incluyen un 7”, más que interesante, los dos tienen carpetas y discos endebles, los dos son precios, por dentro y por fuera. Quién hubiera sido capaz de verles en directo.


Bueno, esta ha sido una más de las miles de típicas listas de preferencias anuales. Por supuesto, si alguien está interesado en que haga una entrada completa para alguno en concreto de los citados, ¡sólo tiene que decirlo! que en realidad para eso está el blog, para ver fotos y leer comentarios que no sepamos, no para hacernos pajas unos con otros.

No estaría mal tampoco que mi compañero de blog hiciera también su Top de éste año, sobre todo porque por lo que hemos podido contrastar, hemos coincidido en muy pocas compras. En breve me pondré con mi lista de decepciones.



lunes, 13 de diciembre de 2010

MONSTER MAGNET – Spine of God (Re-2006)



Grupo: MONSTER MAGNET
Album: Spine of God
Año de la reedición: 2006 (or. 1991)
Descripción: 2 Lp / Carpeta doble 125 g. / Vinilo 160 g.
Discográfica: Steamhammer –SPV-
Ref: SPV99641 2LP
Extra: 1 tema



No soy de los que dicen que las reediciones con diferente portada son un sacadineros que te empuja a coleccionar, ni mucho menos de los que lo ven como un sacrilegio. Me parece incluso más correcto en el caso de una reedición oficial puntual, después de tantos años, un distintivo incluso necesario. No lo veo un insulto ni un cebo.

Hay quién prefiere las réplicas exactas, pero de un vinilo de principios de los 90 no sé si se puede esperar mucho. La fórmula funciona con los discos de los 60/70, pero con algo tan reciente, y tan despreocupado como fue el mercado vinilero de esa década, creo que es más apropiado lo que aquí se ha hecho: reinventar la portada, añadir un tema extra, extender levemente el artwork, y firmar una pequeña nota al respecto. Bien es cierto que aún podría ser mejor, y que de publicar un disco ya consolidado, lo suyo hubiera sido que esas anotaciones documentales hubieran sido mayores. Pero bueno, viniendo de Steamhammer/SPV yo no esperaba más que lo que veo: carpeta doble, dos vinilos, y ni encartes impresos, ni letras, ni nada por el estilo.





No obstante no deja de ser una mejora respecto al original, que tiene carpeta sencilla y endeble, vinilo de 140 gramos y lo que es peor, menos espacio entre surco y surco para tanto minutaje (50 min.):


Portada original, 1991.



Glitterhouse Records . GR 0172 LC 8323



En ningún sitio pone que el disco esté remasterizado o retocado, pero sería descabellado atribuir al nuevo prensaje la notable diferencia de sonido entre uno y otro. La reedición suena con más cuerpo, más grave y con un poco más de volumen, así que no hay más que una posibilidad. Con los crímenes que se están cometiendo en algunas remasterizaciones en los últimos años, da miedo acercarse a una, pero creo que aquí el resultado es positivo Además se ve a un precio moderado, y eso alisa el camino.




Del álbum en sí poco se puede decir que no se pueda leer por la red; es un disco de culto dentro de esa década, un referente seminal del Stoner y quizá el propio mejor momento de la banda. La crítica de allmusic reza: Un álbum de Metal para la gente que odia el Metal. Nunca lo habría pensado. Monster Magnet en aquel momento eran unos Hawkwind con la energía de Blue Cheer habitando los 90. ¿Eso es explícitamente Metal? Las guitarras son gruesas, pero el efecto que provocan, sigo sin verlo suficiente como para firmar ese apellido paterno. Yo diría que es un disco de pura psicodelia, no apto para todos los amantes de la psicodelia.






El tema extra es una versión más sesentero de la psicodélica "Ozium" de un maqueta, que quizá sea más interesante que la original, y que sólo desmerece como añadido porque haya quedado casualmente pegada en la misma cara que la versión oficial del disco.




Cara A

Pill Shovel 4:00
Medicine 3:21
Nod Scene 6:46


Cara B

Black Mastermind 8:13
Zodiac Lung 4:44


Cara C

Snake Dance 3:10
Sin's a Good Man's Brother 3:31


Cara D

Ozium 8:01
Ozium (demo) 8:38


domingo, 28 de noviembre de 2010

LOS LOBOS – Tin can trust (2010)



Grupo: LOS LOBOS
Album: Tin can trust
Año: 2010
Año Ed. Vinilo: 2010
Descripción: 2 Lp / Carpeta sencilla 65 g. / Vinilo 180 g.
Discográfica: Proper Records
Ref: PRPLP065





Los Lobos son una banda especial, ¿por qué esta presentación en vinilo no lo es? Mierda de disco pelado. Lo compré con mucha ilusión, esperando una bonita carpeta abierta, y unos encartes quizá, con fotos o qué sé yo más. Y me llega una puta carpeta simple, a palo seco. Y me doy cuenta que la razón ha sido el ahorro, y que aquí se resume el artwork del cd a lo básico, a la portada y contraportadas de rigor.

Sólo venía a decir eso, que esta edición es un desperdicio, con la bonita portada y el buen disco que les ha quedado. Parece forzada por esa moda del vinilo, que si bien la debemos que haya ampliado el catálogo a casi todas las referencias del mercado, la podemos reprochar que está llenando el mercado de discos tan parcamente presentados como en los 80, o sea, todo lo que no deseamos que vuelva.

Picando en la web del sello, Proper Records, te das cuenta que no podía ser de otro modo, cuando ves que se dedican a esas típicas cajas de 4cds de supermercado, que suelen ser todo menos lo que un amante de la parafernalia quiere. Parece que son los encargados de la tirada europea, y veo muy difícil que exista una americana, ya que el cd allí lo edita Shout! Factory, y en la propia web del grupo vienen “6 modos de conseguir el disco”, y ninguno de ellos incluye la posibilidad de que sea en vinilo.





Sólo hay una cosa a destacar, que la carpeta al menos tiene un perfil de 5 mm, algo que evita que los discos vayan embuchados y se acelere la aparición del ringwear, y de paso evita esa horrible flacidez de las carpetas tan delgadas cuando está sin vinilos.

Bueno, y que suena tremendo, algo que en las primeras escuchas que lo había dado a través de spotify, no había percibido. Me recordaba el sonido vidrioso de los 80 que tanto me cuesta digerir en las producciones blues de la época. Ahora veo que la primera impresión fue equivocada, y que afortunadamente sigue la línea más opaca y arenosa de sus últimos discos.

Aunque musicalmente es superior a su antecesor, “The town and the city”, de cuatro años atrás, que tenía buenos momentos, pero era bastante desigual. Én este disco se refleja mejor que nunca el concepto de jam band que demuestran en directo, donde la relevancia de las canciones está en su desarrollo, más que en su planteamiento inicial.




Los nombres propios invitados esta vez son, la conocida blueswoman y esposa de Derek Trucks, Susan Tedeschi, y el pianista de jazz y gospel Charles Williams. También aparece un tema coescrito por César Rosas con Robert Hunter, y casualmente una versión de un viejo tema de los propios Grateful Dead, “West L.A. fadeaway”.






Cara A

1 - Burn It Down
2 - On Main Street
3 - Yo Canto


Cara B

1 - Tin Can Trust
2 - Jupiter of the Moon
3 - Do the Murray


Cara C

2 - West L.A. Fadeaway
3 - The Lady and the Rose


Cara D

1 - Mujer Ingrata
2 - 27 Spanishes



viernes, 26 de noviembre de 2010

THE ALBUM LEAF – The chorus of storyllers (2010)




Grupo: THE LEAF ALBUM
Album: A chorus of storytellers
Año: 2010
Año Ed. Vinilo: 2010
Descripción: 2 Lp (3 caras con música, 1 cara con un grabado)
/ Carpeta abierta 140 g. / Vinilo 140 g. / Encartes impresos
Discográfica: Sub Pop
Ref: SP805
Extra: Código de descarga mp3






Mucha gente piensa que los discos son sólo música, y que por lo tanto la única razón de comprarlos es ésa. De ahí que haya quién se sorprenda de que alguien compre sin haber escuchado antes, sin la certeza de que lo que vaya a sonar pueda ser de su agrado, o siquiera sin conocer qué es lo que va a sonar. Pero un disco es más que su música; es su historia, es su parafernalia, son los caminos que te llevan a él, los lazos, el marco de otros discos, o incluso un fetiche que poco tenga que ver con las intenciones primeras del artista. De ahí que haya un abanico de razones para comprar un disco, más allá de su música.

¿Qué lo vemos barato? Pues, mira, frívola, pero ha sido muchas veces la razón de descubrir grandes joyas a las que de otro modo ni me hubiera acercado. Vale, lo confieso, compré este disco sólo por el precio. Pero digo en mi defensa que si en vez de en una web lo hubiera visto en una tienda a otro precio, lo habría comprado igualmente, porque es bonito. No exageradamente bonito, pero suficiente; el preciosismo siempre se agradece. Y esa sí que es una razón importante. Al menos no tan humillante como hacerlo por haber escuchado una canción en “Anatomía de Grey”.





Doble portada con una foto completa para toda la carpeta interior; perfecto. No es muy robusta, pero al ser el disco doble y tener los encartes cierta consistencia, tiene buena presencia en mano. Traen éstos, fotos y toda la información posible del disco, además de las letras de los cuatro temas cantados. Los labels, muy bonitos. Los detalles básicos están bien cuidados; es una edición correcta. Como casi siempre, cambiaría la textura de la carpeta, y por supuesto eliminaría el código de barras. Y, fallo que escuece, nunca olvidaría dividir el tracklist en caras, en vez de dejarlo seguido, como en el cd.






El verdadero extra de esta edición está en la cara B del segundo disco, con ese grabado, que para algunos puede estar de más, pero que para mí hace diferente al disco. No del resto, sino de sí mismo.





Es el quinto disco de Album Leaf, el proyecto en solitario de Jimmy LaValle, uno de los guitarristas de Tristeza, que hacía 4 años que no grababa nada. Esta vez se llevó a una banda de verdad a un estudio cerca de Seattle, para grabar toda la parte instrumental. Después bajó a su casita, en la otra punta de la costa oeste, San Diego, a grabar las voces, y el resultado lo fue a mezclar a Rejkjavik con Jonsi, que ha estado siempre relacionado con sus discos. Aparecen por ahí algunos nombres islandeses también, para los arreglos de cuerda. Un día creo recordar leer que había participado gente de mum; los nombres no coinciden con la búsqueda, pero el círculo de amistades es compartido.





A pesar de la presencia de una banda, el disco sigue sonando igual de andrógino que los otros, y el sabor de los ritmos programados está demasiado presente. Para mí ese es su principal defecto, algunas de sus baterías. A veces saltan al primer plano y se comen las melodías sin apenas aportar más ambientación electrónica de la que ya consigue con los sintetizadores. Pero en general es un disco muy equilibrado. Ni empalaga con el sobeteo melódico, ni aturde con la obsesión atmosférica, se sitúa a medio camino de las pretensiones del post-rock y el indie más sosegado. Tiene el crecimiento de esos discos instrumentales que pretenden presentarse como una pieza grandilocuente en una escucha completa, pero con el beneficio de que los temas cantados son más pop, más distendidos, y funcionan de pausa y contrapunto ambiental. Aunque su mayor defecto es que a veces peca de inocuo. Pero si lo veis barato …







Cara A

1 - Perro
2 - Blank pages


Cara B

1 - Within dreams
2 - Falling from the sun
3 - Stand still
4 - Summer fog


Cara C

1 - Until the last
2 - We are
3 - Almost there
4 - Tied knots


viernes, 19 de noviembre de 2010

RED SPAROWES - The Fear Is Excruciating, but Therein Lies the Answer (2010)



Grupo: RED SPAROWES
Album: The Fear Is Excruciating, but Therein Lies the Answer
Año: 2010
Año Ed. Vinilo: 2010
Descripción: 1 Lp / Carpeta Simple 80 g. / Vinilo 180 g. / Insert doble de papel satinado
Discográfica: Conspiracy Records
Ref: Core 088
Extra: Código de descarga Mp3






No, otro disco de Post-Rock. No, otra portada sencilla para una edición pelada. Éstas serían las quejas habituales que yo mismo proferiría ante la oferta de un disco así, pero esta vez se ha dado la circunstancia de que estos dos condicionantes no han sido suficientes para decepcionarme.

Por un lado la portada (trabajo de su bajista, Greg Burns), que con ese color tan propio de la oscuridad photoshópica que acostumbra el artwork de dicho género me anunciaba archivo sin remisión, y finalmente me ha parecido mejor de lo que esperaba. Bien es cierto que artísticamente me ofrece poco, pero en la mano esta vez me ha surtido más efecto que la mayoría de ellas similares que tengo. Igual es una impresión física, ya que la carpeta engaña, porque a pesar de su poco peso, tiene una rigidez considerable, y mantiene una gran presencia con ese brillo mate, dando cierta sensación de robustez, que realmente no tiene.

El insert tampoco es una maravilla, más bien diría que es el boceto de lo que debiera haber sido una carpeta doble, pero también se agradece, sobre todo en una banda instrumental, que podría ver una buena excusa en eso para justificar los insertos como papeles para llenar de letras de canciones. Una cara muestra una impresión de la misma portada y contraportada, con otro contraste y color (¿sufrió la portada un fallo técnico y es ésto una enmienda?), y la otra unos breves créditos y un texto existencialista que desarrolla la idea del título: el miedo es insoportable, pero en él se encuentra la respuesta.





Comentar que trae tarjeta de descarga sigue siendo estúpido. Es mejor destacar hasta pequeños detalles como el rebaje en el encarte de papel blanco, que facilita el enfundado de los vinilos. Una chorrada, pero que prefiero antes que la famosa propuesta del mp3 (encima eso; ni siquiera te lo dan a una calidad digital aceptable), que puedo conseguir sin comprar el disco. También agradezco más que éso, cosas como que el código de barras venga sobre la pegatina promocional del disco (que por cierto, yo siempre despego y pego en el interior de la carpeta).

Ah, otra cosa es el metraje de las caras y el sonido. Estamos acostumbrados a que todos los discos de estos estilos anden cercanos a la hora, con lo que la mayoría de ediciones se despachan en dobles vinilos que dejan bastante margen para la separación del surco en cada cara, y aquí podría darse la posibilidad de que el reparto de caras sin alterar el orden de canciones quedara desproporcionado. Está claro, después de oir varias veces el disco, que no parece correcto variar el orden, porque se ve un intencionado ritmo y unidad en el que hay, así que o bien ha sido una suerte que las dos caras disfruten de una longitud similar (20 y 23 minutos respectivamente), o ya estaba prevista a la hora de grabar la partición que implica editar en vinilo.

Suena bien, pero debo decir que no ha soportado muy bien el desgaste de todas las escuchas que lo he dado ya ... ¿A qué se debe éso? ¿Mal prensaje?







Por otro lado, por el musical, aunque todo anunciaba una inevitable inercia estilística, antesala del bostezo, me he visto enganchado a más escuchas de las que esperaba. No sé si la presencia de tres instrumentos por los que siento atracción, el pedal steel, el piano eléctrico y el violín, han tenido tanto que ver, o ha sido más el leve giro hacia unas melodías más sutiles y menos espesas en el sonido de la banda, pero he acabado por ver mucho mejor cancionero aquí que en su anterior Lp, “Every red heart shines toward the red sun” (06), que me dejó más bien tibio. Ya noté cierto cambio en su penúltima edición, un ep titulado “Aphorisms” (08), donde el último tema sirve de nexo con este mismo disco: “The Fear Is Excruciating, but Therein Lies the Answer”, pero no supe entenderlo en ese momento como un verdadero punto de inflexión.

Al principio me lo tomé más como un previsible y habitual amparo en la abstracción ambiental en la que se cobijan las bandas instrumentales de dicha tendencia, que como enlace una nueva época. Pero quizá el hecho que ahora Red Sparowes haya dejado de ser una banda paralela más, promocionada por los nombres propios de las bandas de sus miembros (Isis, Neurosis), para asumir su papel principal con una formación liberada, también ayudara a entenderlo de otro modo.





Cara A

Truths Arise 1:49
In Illusions of Order 7:37
A Hail of Bombs 4:22
Giving Birth to Imagined Saviors 6:09


Cara B

A Swarm 7:11
In Every Mind 3:06
A Mutiny 5:32
As Each End Looms and Subsides 7:16